Quantcast
Channel: El Cine de LoQueYoTeDiga
Viewing all 8496 articles
Browse latest View live

Recordando clásicos: “El hombre que ríe” (1928), mucho más que el rostro del Joker

$
0
0

Querido Teo:

No sé si os habréis percatado amigos, pero vivimos una época maravillosa cinematográficamente hablando, casi todos los meses se estrena una obra maestra y si tenemos suerte y Marvel así lo quiere incluso dos. Una de las últimas de estas maravillas, de estas obras más grandes que la vida y mejores que el amor de una madre es el Joker, así que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, y que todo el mundo anda como loco con el supervillano más graciosete de Gotham, he pensado que era una ocasión inmejorable para hablar de “El hombre que ríe”, un drama romántico muy notable, bastante olvidado hoy en día pero que tiene el honor de haber inspirado una de las caracterizaciones más famosas de la Historia del cine.

La película es una adaptación de una obra de Victor Hugo del mismo nombre que cuenta la historia de Gwynplaine, un hombre al que siendo un niño, y como consecuencia de una venganza familiar, desfiguran terriblemente el rostro, dibujándole una sonrisa perpetua. Pasan los años y el joven crece ganándose la vida como payaso hasta que un día descubre un secreto sobre su origen que podría cambiar su trágico destino. Conrad Veird da vida al protagonista llevando durante todo el rodaje una molesta prótesis, con la que logró esa monstruosa sonrisa que años más tarde inspiraría las facciones del Joker.

En los años 40 Batman protagonizó por primera vez una serie independiente de cómics de la mano de Bill Funger y Bob Kane, cocreadores del mítico personaje, es en ésta época cuando surge la idea del Joker por primera vez. Su autoría no está clara ya que las versiones de éstos y de Jerry Robinson (escritor que comenzó como entintador de Batman y logró ascender hasta colaborar en la creación de ciertos personajes como Joker o Robin) son contradictorias, lo que sí que he podido sacar en claro tras cierta investigación es que todos estaban de acuerdo en que necesitaban un gran antagonista para Batman, que pretendían dotarle de cierto humor y que se inspiraron en Veird para darle vida.

Sin embargo, más allá de de esta anécdota, “El hombre que ríe” es un fantástico drama, que pese a pertenecer al cine mudo bien se puede disfrutar casi 100 años después de su estreno. La dirección corre a cargo de Paul Leni, director alemán destacado representante del expresionismo que insufla toda la película de una atmósfera trágica con un erotismo latente, convirtiendo lo que podría haber sido un olvidable drama histórico en un extraño y perturbador cuento gótico. El buen pulso del director se evidencia a lo largo de todo el metraje, en el que presenciamos tanto escenas intimistas entre dos amantes como otras multitudinarias de muchedumbres enfurecidas, creando siempre una magnifica puesta en escena y logrando dotar a una película muda de casi dos horas de duración de un ritmo encomiable.

Se trata de una película con multitud de personajes pero realmente el centro de la acción gira en torno al triángulo protagonista. Por un lado tenemos a la inocente e invidente amante del protagonista, la bella Dea, buena hasta la extenuación y sin mucho donde rascar. Mucho más interesante en mi opinión es Josiana, el segundo ángulo de éste triangulo, una noble viciosa y malvada que se encapricha de nuestro Gwynplaine y que no se detiene ante nada para satisfacer sus apetitos.

Y, finalmente, tenemos al hombre que ríe, Gwynplaine, enamorado de Dea, atraído por Josiana y despreciado por la sociedad. La interpretación de Conrad Veird es digna de todos los elogios que podáis imaginar ya que únicamente con los ojos es capaz de transmitir en cada momento una emoción diferente, además pese a estar en una película muda he de decir que su interpretación está muy contenida, quitando un par de momento histriónicos la fuerza del personaje reside siempre en su mirada, llegando incluso a lograr que nos olvidemos de la su sonrisa y eso, amigos, es una gran hazaña.

Como habréis podido comprobar poco tienen que ver las historias de “Joker” y “El hombre que ríe” más allá de la macabra caracterización de sus personajes, lo que sí que me resultó curioso es que en ambos casos la sonrisa impostada de sus rostros no es más que una máscara para cubrir otros sentimientos mucho más oscuros. Y es que amigos hay una verdad que perdura en el tiempo, las sonrisas no siempre son muestra de felicidad y en muchas ocasiones nos encontramos con risas más tristes que las lágrimas.

Vídeo

Mrs. Nuir


Conexión Oscar 2020: Película internacional

$
0
0

Querido Teo:

La edición del cambio de nomenclatura en una categoría ahora conocida como película internacional y que partió con 93 países en la carrera al Oscar antes del corte de 10 películas que sería el preámbulo para que España rompiera la maldición después de 15 años. “Dolor y gloria” alcanzando la candidatura a pesar de sufrir el ciclón “Parásitos” desde que ambas coincidieran en el Festival de Cannes, por otra parte el lugar que se está confirmando como lanzadera de la categoría ya que 3 de las 5 nominadas comenzaron allí su recorrido.

Los candidatos

“Corpus Christi” (Polonia)

Polonia se ha convertido en uno de los países que mejor está atinando en sus elecciones hacia el Oscar sumando la cuarta candidatura de la década tras “In darkness” en 2012, “Ida” en 2015 (ganadora del Oscar) y “Cold war” en 2019. En esta ocasión el joven director Jan Komasa, de 38 años, presenta una cinta que sin hacer ruido ha ido haciendo camino desde que se pudo ver en el Festival de Toronto adentrándose en el drama religioso y psicológico tratando temas como la redención y la fe con esa atmósfera envolvente viendo como un impostor puede dinamitar desde dentro las concepciones de todo un sistema.

“Corpus Christi” es la historia de Daniel, de 20 años de edad, quien experimenta una transformación espiritual mientras vive en un Centro de Detención Juvenil. Quiere ser sacerdote, pero esto es imposible debido a sus antecedentes penales. Cuando es enviado a trabajar a un taller de carpintería en una pequeña ciudad, a su llegada se viste de sacerdote y se hace cargo accidentalmente de la parroquia local. La llegada del joven y carismático predicador es una oportunidad para que la comunidad local comience el proceso de sanación después de una tragedia que ocurrió allí. Una cinta sólida y absorbente que, a pesar de un abrupto final, cala por su empaque y por la interpretación del actor Bartosz Bielenia.

“Honeyland” (Macedonia)

Macedonia ha conseguido el hito de ser el primer país que logra doble nominación tanto en la categoría de mejor documental como en la de mejor película internacional. Hasta la fecha sólo había conseguido la candidatura por “Antes de la lluvia” en 1995. En esta ocasión es por un documental sobre la última mujer recolectora de abejas de Europa. La mujer devolverá salvar a las abejas devolver el equilibrio natural a Honeyland cuando una familia de apicultores nómadas invade su tierra y amenaza su sustento. Tamara Kotevska y Ljubomir Stefanov llevan a cabo su primer trabajo en este campo y sus posibilidades son  mayores en la categoría documental ya que nunca ha ganado ninguno en este apartado internacional.

Un trabajo tan hermoso como hipnótico que va de lo local a lo universal a la hora de hablar de medios de subsistencia, sistemas de vida y el valor de la naturaleza para unos oficios tan necesarios como tendentes a la desaparición llenando de incertidumbre el futuro del sector agrario, el más conectado con las nuestras raíces y la tierra. La cinta no ha hecho más que recoger parabienes desde que hace un año ganara el Premio del Jurado al mejor documental en el Festival de Sundance.

“Los miserables” (Francia)

Absoluta dominadora de la categoría Francia alcanza su 40ª nominación aunque su presencia en los Oscar sea ahora mucha más residual que en épocas pasadas. Desde que el país ganara su último Oscar por “Indochina” en 1993 el goteo de ausencias en los Oscar ha sido constante, entre otras cosas por algunas decisiones cuestionables en las elecciones de sus películas aunque también sea evidente cierto recelo a esa industria ante las medidas proteccionistas que se llevan a cabo en el cine galo frente a las producciones de Hollywood. Sea por lo que sea, Francia lleva casi 30 años sin rascar Oscar y en la última década sólo “Mustang” llegó a ser finalista en 2016.

El documentalista de origen malí Ladj Ly se ha convertido en una de las revelaciones de la temporada desde que “Los miserables” fue proyectada en el Festival de Cannes y posteriormente ganara el Premio del Jurado. La cinta se impuso a “Retrato de una mujer en llamas” y “Proxima” como candidata al Oscar de su país y, a pesar del fervor crítico de la cinta de Céline Sciamma, la cinta de Ly se le ha ido imponiendo en todas las citas en las que han coincidido a la espera de unos premios César en las que ambas parten como favoritas. En esta película, heredera del corto del mismo título llevado a cabo por el director, Stéphane se une a las brigadas anticriminales de Montfermeil en 1993. Allí conoce a sus nuevos compañeros, Chris y Gwada, que le muestran las enormes tensiones que existen entre los distintos grupos organizados que pelean por hacerse con el control del distrito. “Los miserables” es un potente retrato rodado con verdad y nervio sobre esa Francia raída que vemos en los noticiarios, la de un caldo de cultivo en permanente ebullición que históricamente dio estallidos como la Revolución Francesa de 1789 o las revueltas estudiantiles de Mayo de 1968 y que ahora se traduce en las manifestaciones de los llamados “chalecos amarillos”, las quemas de coches de hace una década y en el desarraigo de una sociedad multicultural pero que convive mirándose con recelo estigmatizada por la raza y lo poco que tienen en el bolsillo. Un trepidante relato crítico sobre nuestro tiempo, el abuso policial y el estigma al que se somete la inmigración en el que parafraseando a la inmortal obra de Victor Hugo se demuestra que no hay malas hierbas ni hombres malos sino malos cultivadores.

“Dolor y gloria” (España)

Con la 20ª nominación para nuestro país en la categoría, “Dolor y gloria” supone el regreso de Almodóvar a los Oscar y por extensión tanto del cine español como de la recuperación de España (empatada con Alemania) como país con más candidaturas al Oscar después de Francia e Italia. Tras “Mujeres al borde de un ataque de nervios” en 1989 y “Todo sobre mi madre en 2000 (que ganó el Oscar), Almodóvar vuelve a una categoría en la que la suerte no ha terminado de estar de su lado ya que ni “Hable con ella” fue elegida en 2003 por la Academia del cine español (prefirió enviar “Los lunes al sol” aunque posteriormente Almodóvar conseguiría nominaciones al Oscar en dirección y guión) ni “Volver” pasó el corte de Hollywood para hacerse con la nominación en 2007. Ahora sí que ha podido ser con “Dolor y gloria”, sino la película más redonda del director si la más personal y catártica tratando temas como la soledad, la enfermedad y el cine como refugio vital frente a los fantasmas de los recuerdos.

“Dolor y gloria” se mueve en una emoción latente, nunca desatada, escenas poderosas y hermosas en su simbolismo, en una especie de diván cinematográfico en el que el director se explaya en una de sus cintas más discursivas y monologadas depurando al máximo su estilo y forma en la que es no sólo su mejor película desde “Volver” (hace 12 años) sino también una de las que más ha aunado unanimidad a su favor tanto de parte de los que adoran al director como de los que son más escépticos con él completando una improvisada trilogía catártica junto a “La ley del deseo” (1987) y “La mala educación” (2004). Un viaje por una vida, una carta de amor a la figura de la madre, un canto a seguir adelante con la fuerza que da la experiencia y la mochila del pasado. Y es que sí que estamos ante uno de esos trabajos que sólo demuestran el alcance del arte de un genio que gustará a un público amplio pero, sobre todo, conectará con los más cercanos a la sensibilidad, vida y trayectoria del director. Todo sostenido en la mirada y sensibilidad de un Antonio Banderas aupado a nivel internacional como una de las mejores interpretaciones del año como ese alter-ego del director. Lo único que le separa del Oscar es competir con el fenómeno cinematográfico del año.

“Parásitos” (Corea del Sur)

Con su primera nominación en esta categoría Corea del Sur ha roto el molde y se convierte en la película que más cerca ha estado nunca de ganar tanto el Oscar de mejor película internacional como el de mejor película. “Parásitos” es la séptima película en estar nominada en la categoría general y en la extranjera después de “Z” de Costa-Gavras, “Los emigrantes” de Jan Troell, “La vida es bella” de Roberto Benigni, “Tigre y dragón” de Ang Lee, “Amor” de Michael Haneke y “Roma” de Alfonso Cuarón. Lanzada desde la Palma de Oro en el Festival de Cannes, y tras su colaboración con Netflix, Bong Joon-ho ha asaltado la banca con un drama familia con mucha crítica social y humor negro que ha trascendido las barreras del cine oriental alcanzando un enorme fervor a nivel internacional tanto de crítica como de público.

El título de Bong Joon-ho es sitcom familiar llena de humor negro convertido en ingenio crítico y desbordante retratando la diferencia económica, la burguesía sustentada en el capitalismo y el pijerío de la casta en barrios residenciales y criados, en un inteligentísimo ejercicio en el que se juega con la mezcla de géneros arrojando un conjunto permeable pero que siempre cae de pie ante la solidez del armazón creado por el director con una apabullante y medida puesta en escena y el equipo de guionistas sobre una historia que engancha al espectador por lo bien narrada que está, siendo algo novedoso y muy original, el brillante trabajo de sus actores y por el impecable dominio de la cámara en el que todo se mueve al son de la cadencia de la orquesta que hace sonar el realizador por muy vertiginoso que ello sea. La rebelión de los pobres frente a los ricos, los indignados frente a la opulencia de los que tienen dinero y poder por castigo, que llevan a cabo un plan para introducirse los distintos miembros de una familia como una plaga en una casa de la elite tanto como asistenta, profesor particular y chófer de la familia conformando un sainete tétrico y claustrofóbico ante la polarización de ambos bandos entre el desprecio, el recelo y el desdén con principalmente dos escenarios como son un chalet diáfano y un sotano inundado desde el que es difícil encontrar Wi-Fi. Con ecos a la “Viridiana” de Buñuel y a la propia “Snowpiercer (Rompenieves)” del director, es visualmente redonda, y con ciertos desbarres que se perdonan en su acto final creando una apuesta enormemente estimulante. Un Oscar que premiaría no sólo a esta película sino a un cine oriental cada vez más en alza por los festivales pero que, hasta ahora, seguía sin haber saltado con fuerza a la arena de los premios quedándose a las puertas de ello títulos de una cinematografía en forma con títulos recientes ya inolvidables como “Hierro 3”, “Old boy”, “La doncella” o “Burning”.

El dictamen

Ganará: “Parásitos” (Corea del Sur)
Alternativa: “Dolor y gloria” (España)
Quiero que gane: “Parásitos” (Corea del Sur)
Echo de menos: “El traidor” (Italia)

Nacho Gonzalo

“Volando juntos”

$
0
0

La web oficial.

El argumento: Christian es un científico especializado en los gansos salvajes y sus procesos de migración. Su hijo, un adolescente obnubilado por los videojuegos, no quiere pasar unas vacaciones con su padre, en plena naturaleza. Sin embargo, padre e hijo se unirán en una aventura increíble: salvar a una especie en peligro de extinción con la ayuda de un ultraligero. Emprenden juntos un viaje fascinante por los cielos de Europa. Basada en una historia real.

Conviene ver: “Volando juntos” es cine francés sencillo, empático y naturalista en el que la naturaleza será el elemento que una más a un padre y a un hijo desconectados entre sí. Todo partiendo de las imágenes que se hicieron muy conocidas hace un par de años con el científico Christian Moullec, también guionista, volando junto a una banda de gansos con su ultraligero, algo que ha recreado de manera sobresaliente el director en esta película con imágenes de indudable fuerza y belleza que terminan siendo lo más recordado de la cinta con una historia muy simple y que recuerda a otros títulos como “Volando libre” (1996). Lo demás nos lleva al consabido drama familiar, tan obvio y repetido como eficaz, de adolescente con padres divorciados que reniega de la naturaleza y que se ve obligado a pasar las vacaciones con su padre para respirar algo de aire puro. Bonitos paisajes, música envolvente y buenos valores sobre la concienciación para preservar tanto la naturaleza como las relaciones personales hacen el resto.

Conviene saber: El director Nicolas Vanier vuelve a centrarse en la naturaleza como en algunos de sus otros títulos como “El último cazador” (2004), “Lobo” (2009), “Belle y Sebastián” (2013) y “La escuela de la vida” (2017).

La crítica le da un CINCO

“Eter”

$
0
0

La web oficial.

El argumento: A principios del siglo XX un médico militar hace experimentos científicos para poder manipular a la gente.

Conviene ver: “Eter” es una cinta en la que el director se debate entre la ciencia y las reflexiones filosóficas que acarrea toda decisión, sobre todo cuando el progreso presenta dilemas éticos. Es lo que ocurre en una cinta sobre los experimentos de un médico militar llevados al extremo que no dista mucho de los conflictos que genera la fe y las pruebas de ensayo y error que llevaron a cabo posteriormente los nazis en su intención de depuración y configuración de una gran raza. Una fotografía sobria, gélida y asfixiante conforma una cinta que va por terrenos nada trillados aproximándose a la teatralidad mefistofélica y de ambigüedad moral cuando este médico que opera en la frontera entre Ucrania y el imperio austrohúngaro sobrepasa los límites abrazando la oscuridad conforme su catolicismo inculcado se va resquebrajando.

Conviene saber: La cinta está dirigida y escrita por Krzysztof Zanussi.

La crítica le da un CINCO

“Judy”

$
0
0

La web oficial.

El argumento: Durante el invierno de 1968, 30 años después del estreno de ·”El mago de Oz”, la leyenda Judy Garland llega a Londres para dar una serie de conciertos. Las entradas se agotan en cuestión de días a pesar de haber visto su voz y su fuerza mermadas. Mientras Judy se prepara para subir al escenario vuelven a ella los fantasmas que la atormentaron durante su juventud en Hollywood. A sus 47 años, se enfrenta en este viaje a las inseguridades que la acompañaron desde su debut, pero esta vez vislumbra una meta firme: regresar a casa con su familia para encontrar el equilibrio.

Conviene ver: Judy Garland es una de las figuras emblemáticas del mundo del espectáculo del siglo XX y era de esperar que en la era de los biopics surgiera un proyecto que le hiciera justicia. Ha sido Rupert Goold el que ha asumido el reto basado en la obra “End of the rainbow” de Peter Quilter cuyo guión ha escrito él mismo junto a Tom Edge (“Lovesick”). Siguiendo el modo de abordar los biopics del cine contemporáneo en “Judy” no estamos ante una cinta que abarque el principio y el fin de su vida sino que se centra en un momento concreto, el de unos años de declive seis meses antes de su muerte y representados en la incierta gira londinense llevada a cabo por la artista en 1968 ya sufriendo los estragos de las adicciones varias y de los traumas de una infancia difícil marcada por los problemas en el seno familiar y en las tiranías de la industria de Hollywood como se ve en esas conversaciones, bastante inquietantes, que tiene durante el rodaje de “El mago de Oz” con el productor Louis B. Mayer en los escasos flashbacks que tiene la película, siendo los otros los centrados en sus inicios junto a Mickey Rooney y en los que eran observados al milímetro cuidando su dieta pero, por otro lado, dándoles pastillas para mantener su febril actividad. Por tanto, “Judy” tiene su gran baza en no pretender hacer un biopic ambicioso de Judy Garland sino tratar el canto del cisne de una artista que se resiste a perder su brillo en su última gran gira en el Londres de 1968 mientras pelea por la custodia de sus hijos con su tercer marido y se casa con Micky Deans, un empresario donde encontró un espejismo de felicidad. Todo un homenaje a una leyenda que en cierta manera entronca con lo que vimos en la más que estimable “Las estrellas de cine no mueren en Liverpool” en la que hace dos años veíamos a Annette Bening reflejando los años de enfermedad y olvido de una de las grandes femme fatale del cine clásico, Gloria Grahame.

Por supuesto la cinta no sería lo mismo sin el increíble trabajo de Renée Zellweger que muta en Judy Garland en cada borrachera, atisbo de genialidad y deseo de volver a enamorar tanto a su público como a ella misma. Una actriz que ha probado los sinsabores del desfavor del público con más de una década de carrera errática y de críticas y burlas en los medios ante los estragos de las operaciones de estética en su rostro. Tras seis años sin estar en ninguna película, en 2016 volvió a asomar por el cine siendo su trabajo en “Judy” su verdadero y necesario comeback para una actriz que estaba en la cresta de la ola a finales de los 90 y principios de los años 2000. La Garland de Zellweger mantiene su dignidad a pesar de la mochila que tiene a su espalda, dos hijos a los que no ve cuánto quisiera, peleas con su manager y un Londres que asiste entre admirado, indignado y con estupor al hecho de en qué estado se encontrarán con la diva en cada noche de concierto. La actriz canta ella misma los tres números que tiene en la película y en cada uno de ellos la baza de su interpretación es primero no imitar la calidad vocal de la Garland (aunque ella no desmerezca en absoluto y lo aborde con personalidad) y segundo el que cada uno de ellos sea enfocado de una manera diferente debido a que también lo es el estado en que se encuentra en cada momento la artista, tanto a nivel de ánimo como de alcohol en el cuerpo. Un potente final de comunión entre público y mito, naciendo lo que sería un icono para la comunidad gay, redondea un biopic corriente que no necesita más que una brillante interpretación para que merezca la pena verlo y al que sólo se le puede echar en cara que la figura de Garland sea tan grande que eclipse al resto de personajes a brochazos (tanto miembros de su familia como amigos, colaboradores y jefes de la industria) y que la puesta en escena sea bastante convencional apostándolo todo en su as en la manga lo que lleva al trabajo de Zellweger a estar muy por encima del nivel general de la película.

Conviene saber: 2 nominaciones al Oscar 2020 en las categorías de mejor actriz y mejor maquillaje y peluquería. La cinta de Rupert Goold pudo verse en el Festival de Toronto 2019. Por este trabajo Renée Zellweger ya ha ganado el Globo de Oro, el Critics´Choice y el SAG.

La crítica le da un CINCO

“Adú”

$
0
0

Toda la información en Facebook.

El argumento: En un intento desesperado por alcanzar Europa, y agazapados ante una pista de aterrizaje en Camerún, un niño de seis años y su hermana mayor esperan para colarse en las bodegas de un avión. No demasiado lejos, un activista medioambiental contempla la terrible imagen de un elefante, muerto y sin colmillos. No solo tiene que luchar contra la caza furtiva, sino que también tendrá que reencontrarse con los problemas de su hija recién llegada de España. Miles de kilómetros al norte, en Melilla, un grupo de guardias civiles se prepara para enfrentarse a la furibunda muchedumbre de subsaharianos que ha iniciado el asalto a la valla. Tres historias unidas por un tema central, en las que ninguno de sus protagonistas sabe que sus destinos están condenados a cruzarse y que sus vidas ya no volverán a ser las mismas.

Conviene ver: “Adú” es una cinta que se adentra en la realidad del continente africano y el drama de los refugiados a través de tres historias, bien engarzadas y cohesionadas que no tiran de sensiblería barata ni de obviedades construyendo una denuncia accesible, profunda y conmovedora. Todo con una madurez que no esconde temas que van desde un niño que huye de Camerún a España con su hermano en las bodegas de un avión, el reencuentro de un padre activista y su hija en África con la brecha generacional y de carácter haciendo estragos a la hora de ver el papel de las ONG, y un Guardia Civil que acaba envuelto en la muerte de un congoleño que intentaba saltar la valla fronteriza en Melilla con todo el debate moral que eso supone. Es verdad que es la historia del niño Adú, en el esforzado viaje hacia encontrarse con su padre, que también da título a la película, la que termina siendo el alma de la historia, haciendo palidecer a las otras dos, pero el conjunto deja un fresco muy interesante y nada superfluo ni ilusorio sobre la realidad del continente africano y la perspectiva que se tiene de él desde España, subrayando esas barreras que nos autoimponemos a la hora de ver al diferente y darle cobijo. Vibrante el uso de la cámara para reflejar esa tensión y rabia de los personajes que se mueven entre la miseria y desesperanza, la burocracia y los problemas familiares, y el mantenimiento de la dignidad y la profesionalidad en una situación extrema. Además de los hermanos que interpreta Adam Naourou y Moustapha Oumarou en el primer relato también sobresalen en los otros dos Luis Tosar, Anna Castillo y Álvaro Cervantes. Una cinta rodada con empaque y belleza, con escenas brillantes como la del avión, pero sin evitar el crudo impacto emocional en algunos momentos para quitarnos esa  mirada de superioridad occidental y nuestras contradicciones como especie queriendo ser muy solidarios de boquilla pero también, la mayoría de las veces, mirando a otro lado mientras uno mismo y su familia esté bien. En todo caso, una muy buena apuesta para comprender el drama de la inmigración y alejar los fantasmas de la xenofobia con los que cargan algunos como si vivir en la miseria y pasando penurias fuera plato de gusto para ellos.

Conviene saber: Es el segundo largometraje de Salvador Calvo tras “1898. Los últimos de Filipinas” (2016).

La crítica le da un SEIS

“Mi gran pequeña granja”

$
0
0

La web oficial.

El argumento: En el 2011, el director de documentales John Chester y su mujer, la chef profesional Molly Chester, tomaron una importante decisión: dejar sus trabajos y mudarse al campo al norte de Los Angeles a cultivar una granja.

Conviene ver: “Mi gran pequeña granja” es un sanador documental que habla del placer de las pequeñas cosas y frena el ritmo y da calma frente al frenesí de los nuevos tiempos que lleva a una sociedad estresada y frustrada. Un soplo de aire fresco bañado de naturaleza en comunión con el ser humano fomentando la convivencia de los recursos como modo de satisfacción plena hacia el futuro. Una propuesta entrañable, bienintencionada y en la que se da valor a lo realmente importante siendo guiados por el matrimonio protagonista que generan una gran empatía a la par que envidia sana por ser lo suficientemente valientes para encarar sus vidas así alejados del mundanal ruido no siendo una tarea fácil ante la dureza de las tareas del campo por un lado, y las inclemencias de una climatología que está por encima de cualquier pretensión o cosecha, y el desdén de los urbanitas. Todo partió con una carta de desahucio que fue el punto de inflexión para comprar un terreno de 200 acres e iniciar un nuevo sistema de sustento, apoyados por un experto en agricultura biodinámica, sin ningún tipo de aliciente químico y dejando que la naturaleza hable por sí misma. No es un manual de autoayuda, ya que no se esconden los avatares y piedras en el camino que van desde las plagas, las enfermedades, la crueldad entre distintas especies o las tormentas, pero da paz ver como el hombre se reconecta con el ecosistema del que forma parte y el cual la sociedad del bienestar ha desterrado frente a la colmena del modo de vida urbanita. Hay algo de ilusorio pero también de reconfortante esperanza en el día a día del matrimonio Chester que con su voz en off, y entre ilustraciones animadas, vídeos caseros y primeros planos de animales, plantas o cultivos, nos invitan a apreciar la riqueza de la naturaleza  y cómo el camino hacia la felicidad puede ser más sencillo y menos angosto de lo que creemos.

Conviene saber: La cinta está dirigida por John Chester.

La crítica le da un SIETE

“Diamantes en bruto”

$
0
0

La web oficial.

El argumento: Howard Ratner es el propietario de una joyería ubicada en el barrio de los diamantes de la ciudad de Nueva York que vende en exclusiva a ricos y famosos. Un día se produce un importante robo que le obliga a tener que afrontar una deuda económica que no está preparado para pagar.

Conviene ver: “Diamantes en bruto” es la depuración estilística y argumenta del cine de los Safdie tras quedarse cerca de ello en “Good time”, cinta con la que compitieron en el Festival de Cannes 2017. Ahora es el turno de una espiral que entronca con el cine de Sidney Lumet y el de Martin Scorsese (productor de la cinta) sobre un joyero que acaba en un desquicie casi kafkiano en un entorno opresivo y con una buena descripción de personajes en la compleja comunidad judía de Nueva York, entre sus lazos poder y la burla arquetípica que despiertan entre los demás. La ansiedad, la locura y la oscuridad en un Nueva York en el que el protagonista interpretado de manera desbordante por Adam Sandler se ve inmerso en un juego de adicción, adrenalina, ambición y expiación poniendo tanto a él como a su familia y los que le rodean en peligro. Un guión inteligente, bien medido y en el que todo fluye conformando un thriller frenético, sucio, urbano y con mucho baloncesto, referencias a la cultura social y, sobre todo, humor negro sobre la voracidad del sistema frente al individuo que bebe del cine rebelde, rabioso y seco de los 70. Adam Sandler borda ese papel de víctima del capitalismo, un judío codicioso y enganchado al juego y a las apuestas que trapichea con joyas a varias bandas entre la clase alta en el concentrado tramo de la calle 47 llamado Diamond District, entre rascacielos y suburbios, siendo tan arrogante como mequetrefe y chanchullero que se sube a un tren de vida del que puede descarrillar en cualquier momento pasando de la apariencia de triunfador a la vulnerabilidad desamparada de alguien del que todo depende de un hilo con cualquier paso en falso o volantazo del destino. La música de Daniel Lopatin, el manejo de la cámara como un aporte visual asfixiante y vibrante y los planos saturados en 35mm de Darius Khondji dan empaque y atmósfera extrema para una cinta en ritmo trepidante que saca todo el potencial como actor de Sandler, especialmente en una portentosa media hora final, bien secundado por Idina Menzel, Julia Fox, Lakeith Stanfield o el jugador de baloncesto Kevin Garnett interpretándose a sí mismo fascinado por una piedra de ópalo que desata todo el entramado. Una propuesta que, además, no necesita de reforzar innecesariamente la carga dramática ni sobreexplicar las situaciones para ofrecer gran cine y dejar al espectador anonadado e impactado ante sus recursos estilísticos manteniendo con brío el desarrollo de este corre que te pillo que nunca naufraga y que deja buenas escenas como la de la subasta o las que tienen lugar en ese microcosmos que termina siendo la joyería que regenta el protagonista. Los Safdie siguen construyendo una carrera inteligente a un paso de dar el salto a circuitos mayoritarios y como presencias en el cine que cada vez despiertan más interés desembocando en un final tan impactante como coherente ante la el cariz que toma la historia y que demuestra que la ambición y la sed materialista no entiende de alianzas o de piedad.

Conviene saber: Los hermanos Benny Safdie y Joshua Safdie ganaron el premio al mejor director en la Asociación de Críticos de Nueva York (NYFCC) y mejor actor y guión en la Junta Nacional de Críticos (NBR).

La crítica le da un OCHO


“Un momento en el tiempo (Waves)”

$
0
0

La web oficial.

El argumento: Dos parejas jóvenes navegan a través del campo de minas emocional que supone madurar y enamorarse por primera vez.

Conviene ver: “Un momento en el tiempo (Waves)” se vendía como un musical adolescente pero primero tenemos que desmentir esto. La cinta distribuida en USA por A24 es un melodrama que pivota en una familia afroamericana de clase media contando de fondo con una banda sonora de lista de Spotify así como los temas compuestos por Trent Reznor y Atticus Ross pero el que la cinta esté envuelta por música casi en todo momento, como ambientación de los sentimientos y desarrollo personal de cada uno de los personajes, no significa que tengamos que estar ante una muesca más en el renacido género. ¿Es “Waves” tan maravillosa e hipnótica como demoledora y tremendista? Si ¿Es un musical? Como hemos dicho que suene mucho Spotify no le convierte en eso. “Waves” es un drama sobre el amor adolescente, tan puro y reparador como imprevisible y doloroso. Toda una experiencia que arrolla a lo largo de un visionado que no deja indiferente ante una propuesta con mucha más hondura emocional y miga psicológica de la que se podría esperar para una tercera película de un director de sólo 31 años y que hasta ahora había explorado el género de terror.

Las comparaciones con “Moonlight” o la serie “This is us” no son casuales por varios motivos, pero la cinta de Trey Edward Shults también entronca en su tono y coralidad simbólica con “Magnolia”, la genial obra de Paul Thomas Anderson de finales de los 90 ya que en la cinta que nos ocupa no se puede destacar a un protagonista por encima de los demás siendo una familia negra de clase media-alta, compuesta por un matrimonio y dos hijos adolescentes (chico y chica), el pivote de la trama y las relaciones de todos ellos. “Waves” es larga e imperfecta, se gusta de la virguería de la puesta en escena de su director para elevar el estatus de lo que en definitiva es un melodrama familiar de pérdida, rabia, fricción y esperanza, pero la experiencia narrativa y visual no puede ser más rotunda con dos partes delimitadas, una centrada en el chico (Kelvin Harrison Jr.), vigorosa y desasosegante tanto en los movimientos de cámara y en el playlist musical, y la en su hermana (Taylor Russell), más reposada y luminosa. Y es que, sin entrar en detalles que irían en contra del descubrimiento del visionado, si en el primer caso asistimos a un amor desbocado, posesivo e instintivo que se enfrenta a la fatalidad del destino en el segundo se nos hace recuperar el aliento con una historia que aún nos hace creer en los demás y en la ternura de una relación incipiente con dos personas que poco a poco se van conociendo entre tonteos, atracción, química y, sobre todo, el hecho de necesitarse el uno al otro como tabla de salvación de un entorno familiar poco halagüeño derivando de la destrucción a la catarsis liberadora.

Magnífico como siempre un Lucas Hedges que da aire en la segunda parte de la película a base de empatía y humanidad y unos padres (Sterling K. Brown y Renée Elise Goldsberry magistralmente medidos ante el torbellino emocional de sus personajes) que, en definitiva, son los que sufren los vaivenes de lo que viven sus hijos en ese momento de tropiezos, caídas necesarias y resurgimientos en los que ya pelean con la autonomía propia de la vida cuando se sale del nido pero todavía necesitando apoyo, consuelo y cobijo. Eso sí, sin pretenderlo ese hogar marcado por la disciplina y el intento de que sus hijos triunfen socialmente puede ser una losa imposible de soportar para ellos que les ahoga y les hace no ser libres por sí mismos. Es especialmente destacado como ambos actores han logrado en cine dos papeles que por fin les hacen justicia a un talento que el primero ha demostrado en televisión (ganando el Emmy por “American crime story: El asesinato de Gianni Versace” y “This is us”) y la segunda en teatro (se hizo con el Tony por su papel de Angelica Schuyler en “Hamilton”).

“Un momento en el tiempo (Waves)”, abrazando la sensorialidad de Wong Kar Wai y la rebeldía de Harmony Korine, es una película que te hunde para después sacarte a flote y con el oxígeno recuperado garantizar debate y reposo ante una realidad que apabulla pero que por su riesgo también garantizará división logrando que todos los actores brillen en conjunto sin eclipsar a los demás en esta tragedia griega contemporánea que, a su vez, respira una enorme verdad. Una cinta que no deja indiferente y que cae de pie a pesar de su ambición temática a la hora de contar algo tan complejo como el amor, el sacrificio y la comprensión de la familia llevándolo a cabo con un equilibrio que lleva a que la historia no naufrague pudiendo ésta haber caído definitivamente en los brazos de lo telenovelero y lacrimógeno con algunas decisiones que se decantan por ello aunque, analizada en su conjunto, la película se revele como una perfecta radiografía de las dinámicas familiares de hoy en día siendo también muy definitorio de ese carácter urbano que tiene  a la hora de mostrar cómo disfruta actualmente la juventud, qué vías de ocio y de comunicación tienen entre sí, los roles que llevan a la masculinidad tóxica y al éxito a través de triunfar en el deporte o ser el más popular del grupo, y en el fondo lo solos que estamos todos a pesar de estar rodeados de tanta gente  a lo largo del día quedando siempre la familia pero también todas aquellas personas y situaciones que pasan por nuestra vida para hacerla mejor. Una pequeña joya que, no obstante, no es proclive al consenso sufriendo el que no haya término medio con ella ante la magnitud y complejidad de estas olas de la vida que nos rompen, convulsionan y cambian nuestro destino de manera irremediable.

Conviene saber: Es el nuevo trabajo del director Trey Edward Shults tras “Krisha” (2015) y “Llega de noche” (2017) que se pudo ver en el Festival de Toronto 2019. “Un momento en el tiempo (Waves)”, que sí que estuvo en el top 10 de la Junta Nacional de Críticos (NBR), ha sido uno de los descalabros de la temporada aunque la actriz Taylor Russell sí que ha conseguido nominaciones en los Gotham como revelación y en los Independent Spirit como actriz de reparto.

La crítica le da un NUEVE

Cine en serie: Imelda Staunton se hace con la corona de Isabel II en la temporada final de “The crown”

$
0
0

Querido Teo:

Todavía arrodillados ante la excelencia de la tercera temporada de “The crown” la serie de Netflix sigue de actualidad y confirma sus planes para el final de la misma anunciando que la quinta temporada será la última (en vez de las seis previstas inicialmente) habiendo nuevo cambio de actriz. Tras Claire Foy en la primera y la segunda temporada y la vigente Olivia Colman para la tercera y cuarta, Imelda Staunton será la encargada de llevar a la reina Isabel II al siglo XXI (cómo así lo ha definido el creador Peter Morgan) en la quinta y última temporada de la serie por lo que la serie no llegará a los hechos más recientes (como es la desvinculación de Harry y Meghan de la casa real británica) y tampoco se alargará en el tiempo para no dañar una de las series más costosas de Netflix pero también que mejor imagen de marca le han proporcionado.

Imelda Staunton tiene 64 años y es una de las grandes de la interpretación británica. Además de ser la Dolores Umbridge de la saga de Harry Potter, y ser una secundaria de lujo, la hemos visto recientemente en títulos como “Bailando la vida” (2017) y “Downton Abbey” (2019) y no hay que olvidar que fue candidata al Oscar a la mejor actriz por su trabajo en “El secreto de Vera Drake” (2005). Además, si en el cine es conocida es todavía más institución en el teatro británico donde ha ganado el premio Laurence Olivier en 4 ocasiones (“A chorus of disapproval” y “The corn is green” en 1985, “Into the woods” en 1991, “Sweeney Todd” en 2013 y “Gypsy” en 2016) ostentando 13 nominaciones al premio más importante del teatro británico.

Se espera que la cuarta temporada de “The crown” (actualmente en rodaje) llegue a Netflix a finales de 2020 y así ha hablado Peter Morgan de esta decisión: “Al principio me imaginaba a The crown emitiéndose durante seis temporadas pero, ahora que hemos comenzado a trabajar en las historias para la temporada cinco, me ha quedado que este es el lugar y tiempo perfecto para parar. Estoy agradecido a Netflix y a Sony por apoyarme en esta decisión”. Será interesante comprobar donde decide Morgan cerrar el arco argumental de la serie que podría llegar hasta la boda de Carlos y Camilla en 2005 o bien hasta el Jubileo de los 65 años en el trono que la monarca celebró en 2017.

Nacho Gonzalo

Espresso: Trailer de “Fast & furious 9”, Antonio Banderas y Penélope Cruz en lo nuevo de Duprat y Cohn, Ghibli en Netflix y alianza entre Filmin y Universal

$
0
0

Querido Teo:

* “Fast & furious 9” continúa la senda de la saga más longeva y exitosa de Universal que llega después de un paso atrás en la octava entrega y el tan comentado spin-off de “Fast & furious: Hobbs & Shaw” dando el protagonismo a los personajes de Dwayne Johnson y Jason Statham que en esta ocasión no estarán en la película confiando en que vuelvan en futuras entregas. El equipo se vuelve a reunir para impedir un complot a escala mundial, liderado por uno de los asesinos más peligrosos y mejor conductor a los que se han enfrentado; un hombre que además es el hermano desaparecido de Dom, Jakob. Vin Diesel Michelle Rodriguez, Jordana Brewster, Tyrese Gibson, Ludacris, Nathalie Emmanuel, Charlize Theron y Helen Mirren recuperan sus personajes y Jon Cena es el fichaje de esta película intentando ocupar el hueco de las comentadas ausencias. Justin Lin vuelve a la silla de director como una de las almas de la franquicia ya que ya se encargó de cuatro películas de la franquicia (de la tercera a la sexta). El estreno está previsto para el 22 de Mayo.

Vídeo

Vídeo

* Antonio Banderas y Penélope Cruz protagonizarán el nuevo largometraje de los argentinos Gastón Duprat y Mariano Cohn, “Competición oficial”. La cinta se rodará esta primavera y los directores de “El ciudadano ilustre”, también guionistas, juntan a dos de nuestros actores más internacional tras coincidir en dos de las películas de Almodóvar, “Los amantes pasajeros” en 2013 y “Dolor y gloria” en 2019. En la historia dos actores de muy diferentes trayectorias chocarán por sus métodos contrapuestos durante la preparación de una película financiada por un millonario ávido de notoriedad y dirigida por una prestigiosa y algo excéntrica directora. El reparto lo completan Óscar Martínez, Carlos Hipólito, Irene Escolar, Nagore Aranburu y Pilar Castro.

* Hoy 1 de Febrero se inicia el desembarco de Ghibli en la plataforma Netflix, algo muy celebrado por los fans del Estudio creado en 1985 e impulsado por Hayao Miyazaki e Isao Takata. 21 clásicos de la animación que llegarán entre Febrero, Marzo y Abril.

* Otra buena noticia. Y es que a partir del 1 de Marzo el portal Filmin acogerá 75 clásicos de la época dorada de Universal. Las películas estarán disponibles en alta definición en español y en versión original con subtítulos dentro del acuerdo entre Filmin y NBCUniversal. En el listado títulos de Alfred Hitchcock, Stanley Kubrick, Billy Wilder o John Hughes entre otros muchos y se suma al acuerdo previo de la plataforma española con Metro-Goldwyn-Mayer.

Nacho Gonzalo

Podcast “El Cine de LoQueYoTeDiga” nº 240 (11×16)

$
0
0

En una nueva edición del podcast “El Cine de LoQueYoTeDiga” repasamos la cartelera de estrenos y calentamos motores a una semana de los Oscar con la ayuda de Alejandro G. Villalibre repasando las bandas sonoras y canciones nominadas a la estatuilla que se disputan los respectivos candidatos el próximo 9 de Febrero. Con Mary Carmen Rodríguez celebramos los 90 años de Tippi Hedren, una de las musas y obsesiones de Hitchcok y también la ex suegra de Antonio Banderas que ya ha dicho que estará muy pendiente del destino del actor en la ceremonia de los Oscar. El centenario de Federico Fellini en reportaje de Julián Juan Lacasa mostrando toda su personalidad y capacidad creadora entre fábulas surrealistas e historias barrocas en las que imprimió su inconfundible sello y la reivindicación de Clint Eastwood a cargo de Daniel Lorenzo y Sr. Finch en Dos viejos gruñones con motivo del estreno de “Richard Jewell”. La actualidad en Cinema Espresso con las despedidas de Terry Jones, Kobe Bryant y la resaca de los Goya y la crítica de la favorita “Jojo Rabbit”. Con Spooky a los mandos técnicos. ¡Muchas gracias por escucharnos!

Escucha o descárgate el Podcast “El Cine de LoQueYoTeDiga” nº 240

Todas las entregas del podcast

Suscríbete en nuestro canal en iTunes y descárgate el podcast en tu iPod o iPhone

RSS // Ivoox // Spotify // SoundCloud

Nacho Gonzalo

Conexión Oscar 2020: “Parásitos”, “Érase una vez en… Hollywood” y “Los vengadores: Endgame” ganan en el Gremio de Directores Artísticos (ADG)

$
0
0

Querido Teo:

El Gremio de Directores Artísticos (ADG) ha entregado sus premios a “Parásitos” (película contemporánea), “Érase una vez en… Hollywood” (película de época) y “Los vengadores: Endgame” (película de fantasía). Las dos primeras se disputarán el Oscar con “1917”, “El irlandés” y “Jojo Rabbit”.

Dirección artística en película de época
François Audouy (Le Mans 66)
Bob Shaw (El irlandés)
Ra Vincent (Jojo Rabbit)
Mark Friedberg (Joker)
Dennis Gassner (1917)
Barbara Ling (Érase una vez en… Hollywood)

Dirección artística en película de fantasía
Kevin Thompson (Ad Astra)
Gemma Jackson (Aladdin)
Charles Wood (Los vengadores: Endgame)
Rick Heinrichs (Dumbo)
Patrick Tatopoulos (Maléfica: Maestra del mal)
Rick Carter y Kevin Jenkins (Star Wars: El ascenso de Skywalker)

Dirección artística en película contemporánea
Jade Healy (Un amigo extraordinario)
Kevin Kavanaugh (John Wick: Capítulo 3 – Parabellum)
David Crank (Puñales por la espalda)
Lee Ha-jun (Parásitos)
Ruth De Jong (Nosotros)

Dirección artística en película de animación
Max Boas (Abominable)
Michael Giaimo (Frozen II)
Pierre-Olivier Vincent (Cómo entrenar a tu dragón 3)
James Chinlund (El rey león)
Bob Pauley (Toy Story 4)

Nacho Gonzalo

Conexión Oscar 2020: “Parásitos” y “Jojo Rabbit” premiadas en el Gremio de Guionistas (WGA)

$
0
0

Querido Teo:

El Gremio de Guionistas (WGA) ha entregado sus premios a lo mejor del año y sigue haciendo una muesca en esta carrera imprevisible. “Parásitos” se ha hecho con el premio al mejor guión original en una categoría en la que no competía su mayor rival en los Oscar, el trabajo de Quentin Tarantino en “Érase una vez en… Hollywood”, erigiéndose como la alternativa a estos Oscar tras su respaldo también en el Gremio de Actores (SAG) y siendo la primera película extranjera en llevarse ambos premios. Por su parte, Taika Waititi suma otro tanto al llevarse el premio al mejor guión adaptado por “Jojo Rabbit” batiendo a “Mujercitas” y “El irlandés” y confirmando que todavía no hay que descartar a su película teniendo en cuenta que el voto preferencial puede beneficiar a la cinta que ya ganó el Premio del Público en el Festival de Toronto 2019.

“Parásitos” y “Jojo Rabbit” son las películas que más se pueden beneficiar del voto preferencial de cara al Oscar a mejor película. Una por el fenómeno, la otra por el buen rato que te hace pasar. Hasta que no se abra el sobre el próximo 9 de Febrero el favoritismo de “1917” no está tan claro.

Nacho Gonzalo

Conexión Oscar 2020: Las categorías técnicas

$
0
0

Querido Teo:

Este año no hay una película que vaya a arrasar en la categorías técnicas como “Gravity” o “Mad Max: Furia en la carretera” pero bien es verdad que películas como “1917” o “Le Mans 66” pueden conseguir un interesante botín teniendo en cuenta que están las categorías de montaje (donde la película de Mendes no compite), las dos de sonido y efectos visuales. En todo caso se prevé que las categorías técnicas estarán en esta ocasión bastante repartidas.

Fotografía

Roger Deakins (1917)
Rodrigo Prieto (El irlandés)
Lawrence Sher (Joker)
Jarin Blaschke (El faro)
Robert Richardson (Érase una vez en… Hollywood)

La categoría de mejor fotografía parece encaminada para entronizar de nuevo a Roger Deakins. A sus 70 años este maestro de la dirección de fotografía contemporánea tuvo que esperar a su 14ª nominación para alzarse con el Oscar y fue por “Blade Runner 2049”. Ahora no va a tener que esperar tanto y sólo dos años después vuelve a superarse con su portentoso trabajo en “1917”, ya ganador del Gremio de Directores de Fotografía (ASC) que le premió por quinta vez. Roger Deakins empata con Robert Surtees en el apartado de mejor fotografía con 15 nominaciones. Con 18 les superan Leon Shamroy y Charles Lang pero no parece muy lejano que el maestro pueda batirlos los próximos años. La música de Thomas Newman y, sobre todo, el montaje de Lee Smith y la fotografía llena de contraluces de Roger Deakins contribuyen sobremanera a la majestuosidad de lo que se ve en pantalla. Ha sido especialmente alabada la escena nocturna y fantasmal en un poblado derruido iluminado por las explosiones y las llamas en un viaje casi infernal hacia lo peor de la condición humana como escenario de la épica misión del protagonista. “Apocalypse Now” en 1980 y “Salvar al soldado Ryan” en 1999 son las últimas películas que ganaron el Oscar en este apartado y “Slumdog millionaire” en 2009 y “Birdman” en 2015 las dos últimas en ganar los premios a mejor película y mejor fotografía.

Es verdad que la competencia es de nivel pero Deakins no ha dejado opción en esta temporada de premios pero ahí tenemos a otro clásico como Robert Richardson que por “Érase una vez en… Hollywood” llega a la 10ª nominación (ganó por “JFK” en 1992, “El aviador” en 2005 y “La invención de Hugo” en 2012) y también Rodrigo Prieto que por “El irlandés” alcanza la tercera nominación tras su labor en “Brokeback Mountain” en 2006 y “Silencio” en 2017. El primero tira de la luminosidad de ese verano californiano de 1969 en el que el idealismo del movimiento hippy y la sensación de libertad que inundaba el ambiente a pesar de los vaivenes de la industria y el segundo capta esa atmósfera de cine gangsteril heredera del cine de los 70.

Por otro lado, es la primera nominación para Lawrence Sher (“Joker”) y Jarin Blaschke (“El faro”) que prosigue el romance de la Academia con las películas en blanco y negro ya que desde que se eliminó la categoría de fotografía en este formato en 1967 esta es la 15ª película que ha logrado la candidatura. Sólo “La lista de Schindler” en 1994 y “Roma” en 2019 se han hecho con el Oscar desde entonces.

El dictamen

Ganará: Roger Deakins (1917)
Alternativa: Lawrence Sher (Joker)
Quiero que gane: Roger Deakins (1917)
Echo de menos: Jörg Widmer (A hidden life)

Montaje

Michael McCusker y Andrew Buckland (Le Mans 66)
Thelma Schoonmaker (El irlandés)
Tom Eagles (Jojo Rabbit)
Jeff Groth (Joker)
Yang Jin-mo (Parásitos)

La categoría de mejor montaje es, como ya saben los que suelen leernos, un apartado clave a la hora de pronosticar la ganadora del Oscar. El hecho de que “Argo” y “Green book” estuvieran aquí permitió que las cintas no sufrieran las ausencias en mejor director a la hora de alzarse con el Oscar cuando pocos apostaban por ellas y veían en esto una losa. “Érase una vez en… Hollywood” y “1917” han quedado fuera de la categoría de montaje y sólo 10 películas han ganado el Oscar sin estar nominadas en este apartado. Esas películas son “Sucedió una noche” (1935), “La vida de Emile Zola” (1938), “Hamlet” (1949), “Marty” (1956), “Tom Jones” (1964), “Un hombre para la eternidad” (1967), “El padrino II” (1975), “Annie Hall” (1978), “Gente corriente” (1981) y “Birdman” (2015). No obstante, quizás la que menos pueda sufrir el no estar en este apartado es “1917” ya que, como se demostró con “Birdman”, que también alardeaba de su plano secuencia, esta regla no parece afectar a este tipo de películas ya que los académicos deben de considerar que, aunque el montaje también existe, su labor no es tan fundamental. Eso ha dejado a Lee Smith fuera de los Oscar cuando hace dos años se hizo con el premio gracias a “Dunkerque” en 2018.

Thelma Schoonmaker (“El irlandés”) empata con Michael Kahn como la más nominada en este campo con 8. Si gana sería la primera en ganar 4 Oscar en este apartado pero a la montadora de referencia de Martin Scorsese le han salido rivales de peso que le alejan de su camino triunfal. Schoonmaker ha conseguido engarzar con pulso de hierro una de las obras cumbre del maestro italoamericano en la que juega con saltos temporales y un gran flashback que nos llega al punto álgido de la historia de la desaparición de Jimmy Hoffa y la posterior vida entre las sombras de su protector, Frank Sheeran, entre sentimientos de culpa y los estragos de la vejez. Una labor ardua que no tuvo que ver sólo con el hecho de dar forma a los 210 minutos en los que quedó el ingente material rodado por Scorsese sino que tuvo que contribuir a que no cantara mucho dentro de la coherencia narrativa de la historia todos los efectos digitales que se utilizaron para rejuvenecer a los intérpretes. La caída de las opciones de la película, que corre serio riesgo de irse de vacío como mensaje para navegantes que pensaban que Netflix lo tenía hecho este año, pone en buena posición a Michael McCusker (nominado por “En la cuerda floja” en 2006) y Andrew Buckland por “Le Mans 66” siendo uno de esos trabajos vigorosos y frenéticos tan vistosos a la hora de premiar en esta categoría.

Eso sí, un triunfo de “Parásitos”, “Jojo Rabbit” o “Joker” en esta categoría sería muy significativo a la hora de romper todos los pronósticos y aupar a esa película de cara al Oscar de mejor cinta del año. Precisamente las películas de Bong Joon-ho y Taika Waititi fueron las ganadoras del Gremio de Montadores.

El dictamen

Ganará: Michael McCusker y Andrew Buckland (Le Mans 66)
Alternativa: Yang Jin-mo (Parásitos)
Quiero que gane: Thelma Schoonmaker (El irlandés)
Echo de menos: Nick Houy (Mujercitas)

Diseño de producción

Dennis Gassner y Lee Sandales (1917)
Bob Shaw y Regina Graves (El irlandés)
Ra Vincent y Nora Sopková (Jojo Rabbit)
Barbara Ling y Nancy Haigh (Érase una vez en… Hollywood)
Lee Ha-jun y Cho Won-woo (Parásitos)

La categoría de mejor diseño de producción parece encaminada para Barbara Ling y Nancy Haigh por su trabajo en “Érase una vez en… Hollywood” ante el reto de introducirnos en Los Angeles en un verano de hippys, caravanas, cervezas y pies descalzos. Es la primera nominación para Ling pero Haigh alcanza su octava nominación y ya tiene una estatuilla por “Bugsy” en 1992. Sus mayores rivales son Lee Ha-jun y Cho Won-woo que han logrado aunar uno de los aspectos mejor valorados por la crítica a la hora de mostrar los escenarios en los que se mueven esas dos familias en las que no sólo se refleja su clase social sino también su condición humana.

“El irlandés”, “1917” y “Jojo Rabbit” cumplen en el retrato de la época en la que se ambientan pero parten sin opciones al no lograr esa vistosidad de los dos anteriores trabajos.

El dictamen

Ganará: Barbara Ling y Nancy Haigh (Érase una vez en… Hollywood)
Alternativa: Lee Ha-jun y Cho Won-woo (Parásitos)
Quiero que gane: Bob Shaw y Regina Graves (El irlandés)
Echo de menos: Mark Friedgerg y Laura Ballinger (Joker)

Vestuario

Sandy Powell y Christopher Peterson (El irlandés)
Mayes C. Rubeo (Jojo Rabbit)
Mark Bridges (Joker)
Jacqueline Durran (Mujercitas)
Arianne Phillips (Érase una vez en… Hollywood)

No parece haber un favorito claro en la categoría de mejor vestuario pero todo parece estar entre “Mujercitas” y “Érase una vez en… Hollywood”. Jacqueline Durran aspira a su segundo Oscar en la que es su sexta nominación. Ganó el Oscar por otra adaptación de época como “Anna Karenina” en 2013 y no tiene menos méritos en esta ocasión por toda la galería de vestidos y trajes que ayudan a definir la personalidad de los personajes de esta tierna, invernal y contemporánea en espíritu versión de la obra de Louisa May Alcott. Por su parte, Arianne Phillips alcanza su tercera nominación tras “En la cuerda floja” en 2006 y “W.E.” en 2012 y aunque tiene opciones el estar más cerca de la actualidad temáticamente pierde algo de fuerza frente a las producciones de época (y también llamado “de tacitas”) que suelen encontrar filón en este apartado.

Aunque Mayes C. Rubeo se hizo con el premio del Gremio por “Jojo Rabbit” y el estatus que tienen Sandy Powell (3 Oscar) y Mark Bridges (2 Oscar) no parece que ésta sea la edición en la que vayan a subir al escenario.

El dictamen

Ganará: Jacqueline Durran (Mujercitas)
Alternativa: Arianne Phillips (Érase una vez en… Hollywood)
Quiero que gane: Jacqueline Durran (Mujercitas)
Echo de menos: Julian Day (Rocketman)

Maquillaje y peluquería

Naomi Donne, Tristan Versluis y Rebecca Cole (1917)
Kazu Hiro, Anne Morgan y Vivian Baker (Bombshell)
Nicki Ledermann y Kay Georgiou (Joker)
Jeremy Woodhead (Judy)
Paul Gooch, Arjen Tuiten y David White (Maléfica: Maestra del mal)

Es el primer año en el que esta categoría pasa a tener cinco nominados y en esta ocasión no se acoge a ninguna producción extranjera que haya destacado en este campo. Eso deja la categoría abierta dejando el enfrentamiento entre “Joker” y “Bombshell”. La primera tiene la baza de la conversión de un desaliñado Arthur Fleck en el reverso del mal en Gotham y cabecilla de los indignados, el Joker. Se enfrentará a la prótesis que se ha utilizado para convertir a John Lithgow en Roger Ailes y las pelucas de Nicole Kidman y Charlize Theron (atención al sutil y eficaz trabajo para convertirla en la periodista Megyn Kelly) en “Bombshell”.

El dictamen

Ganará: Kazu Hiro, Anne Morgan y Vivian Baker (Bombshell)
Alternativa: Nicki Ledermann y Kay Georgiou (Joker)
Quiero que gane: Nicki Ledermann y Kay Georgiou (Joker)
Echo de menos: Lizzie Yianni Georgiou (Rocketman)

Sonido

Mark Taylor y Stuart Wilson (1917)
Gary Rydstrom, Tom Johnson y Mark Ulano (Ad Astra)
Richard Bullock, Jr., Paul Massey y Steven A. Morrow (Le Mans 66)
Tod Maitland, Tom Ozanich y Dean Zupancic (Joker)
Mark Ulano, Michael Minkler y Christian P. Minkler (Érase una vez en… Hollywood)

Las categorías de sonido podrían unificarse el próximo año teniendo en cuenta que muchos no encuentran la diferencia lo que lleva a que los nominados sean prácticamente idénticos todos los años. “1917” y “Le Mans 66” se disputarán este Oscar entre las explosiones que rodean las trincheras y los acelerones en el circuito automovilístico.

El dictamen

Ganará: Mark Taylor y Stuart Wilson (1917)
Alternativa: Richard Bullock, Jr., Paul Massey y Steven A. Morrow (Le Mans 66)
Quiero que gane: Mark Taylor y Stuart Wilson (1917)
Echo de menos: “Rocketman”

Montaje de sonido

Oliver Tarney y Rachael Tate (1917)
Donald Sylvester (Le Mans 66)
Alan Robert Murray (Joker)
Wylie Stateman (Érase una vez en… Hollywood)
David Acord y Matthew Wood (Star Wars: El ascenso de Skywalker)

En esta categoría se premia la creación los sonidos artificiales creados para la película y montados posteriormente. El duelo está entre “1917” y “Le Mans 66”.

El dictamen

Ganará: Oliver Tarney y Rachael Tate (1917)
Alternativa: Donald Sylvester (Le Mans 66)
Quiero que gane: Oliver Tarney y Rachael Tate (1917)
Echo de menos: “Rocketman”

Efectos visuales

Guillaume Rocheron, Greg Butler y Dominic Tuohy (1917)
Dan DeLeeuw, Russell Earl, Matt Aitken y Dan Sudick (Los vengadores: Endgame)
Pablo Helman, Leando Estebecorena, Nelson Sepulveda-Fauser y Stephane Grabli (El irlandés)
Robert Legato, Elliot Newman, Andrew R. Jones y Adam Valdez (El rey león)
Roger Guyett, Neal Scanlan, Patrick Tubach y Dominic Tuohy (Star Wars: El ascenso de Skywalker)

Aunque “1917” llegue como una de las favoritas de la noche este parece terreno para “El rey león”, el éxito en acción real de Disney (no así en crítica) que consigue aquí su única candidatura debido a que la Academia no transigió en considerarla película de animación (como sí hicieron los Globos de Oro). Teniendo en cuenta que ninguna película de Marvel  ha ganado en este apartado desde “Spider-Man 2” en 2005 (ni siquiera “Black Panther” estuvo nominada) tampoco parece que “Los vengadores: Endgame” vaya a rubricar con Oscar el fin de ciclo de más de una década de éxito. Lo mismo que “El irlandés” que, tras las críticas recibidas por sus escenas de rejuvenecimiento facial, sería muy chocante que se alzara con este Oscar.

El dictamen

Ganará: Robert Legato, Elliot Newman, Andrew R. Jones y Adam Valdez (El rey león)
Alternativa: Guillaume Rocheron, Greg Butler y Dominic Tuohy (1917)
Quiero que gane: Guillaume Rocheron, Greg Butler y Dominic Tuohy (1917)
Echo de menos: Géminis

Nacho Gonzalo


Conexión Oscar 2020: “1917” triunfa en los premios Bafta a una semana de los Oscar

$
0
0

Querido Teo:

Sin sorpresas. La carrera al Oscar de mejor película sigue emocionante por el hecho de saber cómo puede afectar el voto preferencial a la hora de elegir a la ganadora. “1917” prosigue su camino y se hace con 7 premios Bafta incluidos los de mejor película y director y que se suman al Globo de Oro y al Gremio de Productores (PGA). Es la favorita clara pero existe la sensación de que el volantazo a última hora en mejor película no hay que descartarlo teniendo a “Parásitos” y a “Jojo Rabbit” al acecho, más cuando han revalidado los premios del Gremio de Guionistas (WGA).

Las categorías interpretativas quedan vistas para sentencia (si no lo estaban ya) con una unanimidad aplastante traducida en los premios para Joaquin Phoenix (“Joker”), Renée Zellweger (“Judy”), Brad Pitt (“Érase una vez en… Hollywood”) y Laura Dern (“Historia de un matrimonio”) confirmando el cuarteto de actores que ya ganó Globos de OroCritics´Choice y Gremio de Actores (SAG). “Klaus” sigue al alza de cara al Oscar de animación y Andy Serkis se ha llevado un premio honorífico por su contribución al cine.

Por lo demás, la gala presentada por Graham Norton ha tenido referencias al Brexit, al fiasco de “Cats” y a la situación que vive la monarquía británica con los escándalos del príncipe Andrés y Harry, respectivamente. También algunos guiños como la crítica de Joaquin Phoenix en su discurso a que todos los nominados fueran caucásicos incidiendo en la falta de diversidad de estos premios, las alusiones de Brad Pitt a la actualidad del Reino Unido en un mensaje leído por su compañera Margot Robbie (“Voy a llamar a este premio ‘Harry’, porque me lo llevaré a Estados Unidos” o “Ingleses, he oído que ahora estáis solteros, bienvenidos al club”) y el mensaje de Hugh Grant dirigido a Renée Zellweger antes de presentar mejor película: “Bien hecho, Jones. Eso fue un pequeño vestido muy tonto”.

En los últimos 32 años la película ganadora del Bafta ha coincidido con el Oscar en 12 ocasiones (“La lista de Shindler” en 1994, “El paciente inglés” en 1997, “Shakespeare enamorado” en 1999, “American beauty” en 2000, “Gladiator” en 2001, “El señor de los anillos: El retorno del rey” en 2004, “Slumdog millionaire” en 2009, “En tierra hostil” en 2010, “El discurso del rey” en 2011, “The artist” en 2012, “Argo” en 2013 y “12 años de esclavitud” en 2014).

Película: 1917

Director: Sam Mendes (1917)

Actor: Joaquin Phoenix (Joker)

Actriz: Renée Zellweger (Judy)

Actor de reparto: Brad Pitt (Érase una vez en… Hollywood)

Actriz de reparto: Laura Dern (Historia de un matrimonio)

Casting: Shayna Markowitz (Joker)

Guión original: Bong Joon-ho y Han Jin-won (Parásitos)

Guión adaptado: Taika Waititi (Jojo Rabbit)

Música: Hildur Guđnadóttir (Joker)
Fotografía: Roger Deakins (1917)
Montaje: Michael McCusker y Andrew Buckland (Le Mans 66)
Diseño de producción: Dennis Gassner y Lee Sandales (1917)
Vestuario: Jacqueline Durran (Mujercitas)
Maquillaje y peluquería: Vivian Baker, Kazu Hiro y Anne Morgan (Bombshell)
Sonido: Scott Millan, Oliver Tarney, Rachael Tate, Mark Taylor y Stuart Wilson (1917)
Efectos visuales: Greg Butler, Guillaume Rocheron y Dominic Tuohy (1917)
Película británica: 1917
Película de animación: Klaus
Película extranjera: Parásitos (Corea del Sur)
Documental: Para Sama
Cortometraje: Learning to skateboard in a warzone (If you’re a girl)
Cortometraje de animación: Grandad was a romantic
Artista revelación: Mark Jenkin por la dirección y guión y Kate Byers y Linn Waite por la producción de “Bait”
Estrella emergente: Micheal Ward

Bafta2017Las películas ganadoras

* 1917: 7 Bafta (película, director, fotografía, diseño de producción, sonido, efectos visuales, película británica)
* Joker: 3 Bafta (actor, casting, música)
* Parásitos: 2 Bafta (guión original, película extranjera)
* Judy: 1 Bafta (actriz)
* Érase una vez en… Hollywood: 1 Bafta (actor de reparto)
* Historia de un matrimonio: 1 Bafta (actriz de reparto)
* Jojo Rabbit: 1 Bafta (guión adaptado)
* Le Mans 66: 1 Bafta (montaje)
* Mujercitas: 1 Bafta (vestuario)
* Bombshell: 1 Bafta (maquillaje y peluquería)
* Klaus: 1 Bafta (película de animación)
* Para Sama: 1 Bafta (documental)

Nacho Gonzalo

Celda de cifras: “Bad boys for life” y “1917” siguen mandando en una taquilla tranquila

Cine en serie: “The capture”, ¿vigilamos?

$
0
0

Querido Teo:

Hace unos días, pregunte a Juan Enrique Soto, cabeza de la Sección de Análisis de Conducta de la Policía Española, sobre si era cierta la imagen que ofrece la ficción sobre la facilidad para detectar personas con los programas de reconocimiento facial. Con matices, su respuesta fue afirmativa. Esos matices se concretaban hace poco en una información de The Daily Mail, donde la policía británica señalaba que cuatro de cada cinco veces el reconocimiento fallaba. Ocurre por varios motivos, pero técnicamente es cuestión de tiempo mejorar el dato. La legislación sobre derechos a la propia imagen ha calentado el ambiente. Es razonable que la BBC sea la creadora de la serie “The capture”, ya que Londres posee en estos momentos más de 600.000 cámaras de vigilancia. Una de esas cámaras es la que capta, en directo, lo que parece ser una agresión. El agresor es un soldado condecorado a la vuelta de Afganistán. La agredida su propia abogada. Al tratarse de imágenes en directo, queda excluido un “hackeo” tradicional. Pero ni el móvil de la agresión, ni algún otro detalle, ofrecen una explicación razonable.

Con la corrección BBC, y también su duración frecuente de seis capítulos, “The capture” no pretende mucho más que mantener el interés, y abrir paso a un asunto que preocupa.
La resistencia social a la vigilancia global con cámaras es mínima, y la que hay está concentrada en la fase actual: el reconocimiento facial. Es una decisión compleja. Hace menos de un año San Francisco se convirtió en la primera ciudad en prohibir el reconocimiento facial. En China es un hecho asumido; todo el que pasa por la Estación Sur de autobuses de Madrid, por poner un ejemplo cercano, está expuesto a esa tecnología, que ha reducido los incidentes y robos en más del 90%. En 2010, la estación tenía cinco incidentes al día. En todo 2019 hasta Julio sólo había tenido siete.

En los próximos años se verá hasta donde alcanza la discriminación entre seguridad y abuso. Los más sensibles difunden por la Red la convicción de que podemos ser reconocidos desde satélites espaciales. Puede que sea así en algún caso, pero en estos momentos no sería con software de reconocimiento facial. Hace dos años el dueño de la mayor cantidad de satélites era el Gobierno de Estados Unidos, con unos 170. Ahora la empresa privada Planet reina en el espacio orbital con unos 300. Son satélites “baratos”, del tamaño de una caja de zapatos. Además de otros detalles, para lograr reconocer caras desde 500 km de altura, tendrían que ser del tamaño de un autobús.

¿Querrán perfeccionar la fotografía de satélite para alcanzar mayor resolución? Seguro, pero, aunque hay ya bastante legislación internacional al respecto, las normativas cambian. Como también cambian los límites tecnológicos y la sensibilidad ciudadana. Una de las zonas con más renta de España, el municipio madrileño de Las Rozas, casi 100.000 habitantes, ha tardado poco en localizar y detener a dos atracadores gracias a sus 61 nuevas cámaras callejeras con reconocimiento facial. Madrid ocupa el puesto 33 en la lista de capitales vigiladas, con 4,42 cámaras por cada 1.000 habitantes. En este gran reportaje de National Geographic de hace dos años, el periodista Robert Draper repasaba la situación en varias partes del mundo, sobresaliendo Londres como la capital más vigilada del planeta.

Vídeo

Carlos López-Tapia

Conexión Oscar 2020: Las categorías musicales

$
0
0

Querido primo Teo:

A nivel musical el 2019 tiene un nombre de mujer: Hildur Guðnadóttir. Gracias a las bandas sonoras de la serie “Chernobyl” y “Joker” la violonchelista islandesa se ha convertido en una de las aportaciones más estimulantes de la pasada cosecha. Por la miniserie de la HBO ya ha sido reconocida con el Emmy y el Grammy. Este 9 de Febrero tratará de obtener el Oscar por adentrarnos en la tenebrosa mente del “Joker” pero le ha surgido un competidor de peso en la figura de Thomas Newman que con la banda sonora de “1917”, que supone una de las composiciones más hermosas de su carrera, podría finalmente conseguir el premio de la Academia en su 15ª nominación. El resto de candidatos también son excepcionales pero llegan a la ceremonia con la curiosidad de ver quién es el ganador del duelo final. En cuanto al apartado de mejor canción Elton John tratará de conseguir su segunda estatuilla con el tema que ha compuesto para su biopic “Rocketman”, que es uno de esos títulos que podrían haber tenido más presencia en estos Oscar. Parte con una ligera ventaja sobre sus competidores en una edición que se presenta más anodina que años anteriores. Puedes escuchar los trabajos que optan al Oscar en las categorías musicales en esta lista de Spotify.

Música

Hildur Guðnadóttir (Joker)

En la primavera del 2019 comenzamos a aprendernos el nombre de Hildur Guðnadóttir cuando nos quedamos perplejos con la miniserie de la HBO “Chernobyl” que tenía entre sus virtudes su atmosférica banda sonora. La violonchelista islandesa de 37 años y colaboradora habitual del fallecido compositor Jóhann Jóhannsson fue galardonada con el Emmy y recientemente con el Grammy. Si el éxito en la pequeña pantalla ha sido aplastante en su gran salto al cine, dejando a un lado su composición para “Sicario: El día del soldado” en donde heredó el trabajo de Jóhann Jóhannsson, ha conseguido algo más rotundo si cabe ya que la banda sonora de “Joker” se ha convertido en uno de los fenómenos del año, aunque también es verdad que no todo el mérito debe atribuirse a la labor de la compositora sino a su lista de canciones. Dejando a un lado esto, Guðnadóttir realiza un trabajo intachable con una composición tan áspera y compleja como la mente de Arthur Fleck, un desecho de la sociedad que poco a poco va siendo devorado por la bestia que lleva en su interior, pero que resulta hipnótica y desconcertante y con piezas excelentes como Bathroom dance, Defeated clown o Call me Joker. “Joker” de Todd Phillips es el título más nominado de esta edición aunque eso no quiere decir que sea el favorito para llevarse el mayor número de estatuillas, solamente parte con ese estatus de rival a batir en las categorías de mejor actor protagonista y mejor banda sonora.

BSOCDSuena Bathroom dance

Alexandre Desplat (Mujercitas)

El francés Alexandre Desplat ya ha ganado 2 estatuillas por las bandas sonoras de “El Gran Hotel Budapest” en 2015 y “La forma del agua” en 2018. El reconocimiento tardó en llegar porque muchas veces ha sido candidato al Oscar por la música errónea porque era el compositor de algunas películas que llegaban a la nominación, para ponerte un ejemplo en el 2007 entró por “The Queen” y no por “El velo pintado” que fue su trabajo más reconocido por la crítica. El compositor francés sigue en plena forma y lo demuestra con la hermosa partitura que ha creado para “Mujercitas”, la adaptación cinematográfica de la icónica obra de Louisa May Alcott que ha dirigido Greta Gerwig. Un score que combina a la perfección con el relato: es cálido, luminoso, lúdico, melancólico, realmente hermoso, en definitiva. “Mujercitas” no es ni de lejos un trabajo menor y aunque desde los primeros acordes sabemos que estamos ante una obra de Alexandre Desplat en ningún momento nos resulta rutinario. Podría ser un digno vencedor de esta categoría si el peso de su nombre y sus 2 premios previos no estuvieran tan presentes.

BSOCDSuena Christmas morning

Randy Newman (Historia de un matrimonio)

El compositor Randy Newman ya tiene 2 Oscar por las canciones de “Monstruos S.A.” y “Toy Story 3” y ha sido otro de los nombres a los que les costó llegar a la estatuilla ya que logró su primera estatuilla en su nominación número 16. Este año aspira doblemente al galardón por el tema central de “Toy Story 4” y por la música de “Historia de un matrimonio”. El film de Noah Baumbach ha sido una de las sensaciones del último tercio del 2019 aunque eso no se ha traducido de manera incontestable en la carrera de premios más allá de los reconocimientos a Laura Dern. Uno de los grandes hallazgos de este film, que habla del doloroso camino emprendido por una pareja que se separa, está en el trabajo de Randy Newman y no es exagerado decir que estamos ante una de sus obras maestras. La música creada por Newman es el complemento perfecto para esta historia sencilla, emotiva y tremendamente cercana en donde con una sutileza asombrosa se habla de una historia de amor que no puede acabar con un final feliz. Newman es capaz de transmitirnos todo tipo de emociones al mismo tiempo que nos sumerge en la élite cultural neoyorquina. La banda sonora de “Historia de un matrimonio” es una pequeña joya con piezas tan hermosas como el díptico What I love about Nicole, What I love about Charlie o Separate lives. A pesar de que tiene ingredientes que le convierten en un claro caballo ganador, lamentablemente esta obra de Randy Newman se ha visto eclipsada por los competidores de este año, entre ellos su primo Thomas.

BSOCDSuena What I love about Nicole

Thomas Newman (1917)

“1917” podría suponer el primer Oscar para Thomas Newman en su 15ª candidatura. El hijo del emblemático compositor Alfred Newman, ganador en 9 ocasiones de la estatuilla, nos ha regalado algunas de las bandas sonoras más icónicas de las últimas décadas como “Cadena perpetua” o “American beauty” gracias a un estilo muy ecléctico y es, sin duda, una de las cuentas pendientes que tiene la Academia. Es imposible concebir la obra cinematográfica de Sam Mendes sin la música de Thomas Newman, no solamente por “American beauty” sino por la bellísima banda sonora de “Camino a la perdición”. En “1917” está absolutamente al servicio de una historia que es un viaje emocional que realiza un soldado que tiene que cumplir una misión, algo que puede ser rutinario pero que supondría salvar la vida de muchísimos hombres. Newman ha realizado un trabajo excepcional combinando lo más íntimo (Come back to us) con lo más trepidante (Tripwire), sin dejar en ningún momento de ser él mismo y regalándonos piezas tan antológicas como The night window que suena en la escena más hermosa del film (y no es exagerado decir que es de las más rotundas del 2019) y que de manera automática se ha convertido en uno de los temas referenciales de su obra. No solamente por acompañar muy bien a esa escena nocturna entre las ruinas de un pueblo merece ganar el Oscar sino por un trabajo tan adrenalítico y emocional al que no se le puede reprochar absolutamente nada. Lo único malo es que se enfrenta a la banda sonora de “Joker” a la que no le ha costado dominar la carrera. A Thomas Newman le toca ganar el Oscar y lo merece por esta excelente banda sonora.

BSOCDSuena The night window

John Williams (Star Wars: El ascenso de Skywalker)

John Williams logra su nominación número 52 con “Star Wars: El ascenso de Skywalker” que supone su despedida de la saga “Star Wars”, precisamente en el año 1978 el compositor consiguió la tercera de sus cinco estatuillas con el primer film estrenado de la serie galáctica de George Lucas. Probablemente por decirle adiós a una franquicia a la que ha estado indiscutiblemente asociado esté presente en esta categoría porque “Star Wars: El ascenso de Skywalker”, aunque tenga momentos muy inspirados en donde percibimos todos esos elementos que han convertido a John Williams en el compositor más emblemático de finales del siglo XX, no deja de ser un trabajo rutinario que recurre nuevamente al factor nostalgia. Es por lo tanto la candidata que menos opciones tiene de alzarse con la victoria y más teniendo en cuenta que el fin de saga ha sido muy decepcionante.

BSOCDEscucha Battle of the resistance

El dictamen

Ganará: Hildur Guðnadóttir (Joker)
Alternativa: Thomas Newman (1917)
Quiero que gane: Thomas Newman (1917)
Echo de menos: Max Ritcher (Ad Astra)

Canción

I can’t let you throw yourself away (Toy Story 4)

Por el tema central de “Toy Story 3” (We belong together) Randy Newman se llevó el Oscar a la mejor canción en el año 2011, el segundo de su carrera tras el cosechado en el 2002 por If I didn’t have you de “Monstruos S.A.”. En esta ocasión opta a la estatuilla por I can’t let you throw yourself away de “Toy story 4”. Es una pieza que bebe de la esencia de la música sureña y también de la obra del autor, con tan solo escuchar sus primeros acordes logramos identificarle, y que es muy enérgica con la que es imposible no moverse. Randy Newman llega a la ceremonia sin el aura de ser el favorito en ninguna de las dos categorías en las que opta y eso se nota más en el apartado de mejor canción ya que, a pesar de su efectividad, no nos encontramos ante un tema incontestable como para hacerle ganar un tercer Oscar a la mejor canción.

Vídeo

(I’m gonna) love me again (Rocketman)

Elton John ganó el Oscar a la mejor canción por Can you feel the love tonight de “El rey león” y ahora podría repetir la hazaña con la canción que ha compuesto para “Rocketman” con el añadido de que puede ser la primera vez que comparta este galardón con quien ha sido letrista de cabecera: Bernie Taupin. Este tema que cierra de manera musical el biopic del cantante y en donde comparte el micro con el protagonista de la cinta (Taron Egerton que merecía también la nominación al Oscar al mejor actor) es una verdadera fiesta para los oídos que nos recuerda lo mejor del tándem formado por Elton John y Bernie Taupin. Por ser una pieza muy disfrutable, por el respeto a sus artífices y por ser la única representante de una película que, a pesar de haber sido un gran éxito y de sus excelentes críticas no ha llegado a más en los Oscar, merece la estatuilla.

Vídeo

I’m standing with you (Más allá de la esperanza)

I’m standing with you supone el undécimo intento de Diane Warren para conseguir el Oscar a la mejor canción y todo parece indicar que la compositora saldrá de la ceremonia una vez más con las manos vacías. Estuvo muy cerca de ganar la estatuilla con I don’t want to miss a thing, el temazo que compuso para “Armageddon” y para el recuerdo nos quedará la actuación en los Oscar de Lady Gaga en la edición del 2016 con Til it happens to you, es impresionante la lista de canciones emblemáticas que llevan la firma de Warren y no solamente para el mundo del cine. Para “Más allá de la esperanza”, primer largometraje de Roxann Dawson, curtida como directora, guionista, productora y actriz en la televisión, y que se basa en la historia real de un adolescente que entra en coma después de sufrir un terrible accidente al caer a un lago helado y que logró recuperarse gracias al empeño de su madre, una devota cristiana que se entregó en cuerpo y alma a la oración. Chrissy Metz (de “This is us”) es la protagonista de un film que funcionó muy bien en los Estados Unidos y que en países como España se ha estrenado directamente en TV y es la propia actriz quien canta este tema que peca de ser rutinario y poco emotivo, algo curioso porque relata un hecho que es excepcional, y esto es imperdonable en alguien como Diane Warren que podría dejarse la piel en esto. Realmente no tiene opciones más allá de que se quiera saldar una deuda con una compositora emblemática.

Vídeo

Into the unknown (Frozen II)

“Frozen II” ha sido una de las grandes ausentes en la categoría de mejor película de animación aunque lo cierto es que a pesar de su éxito no nos hemos encontrado con un fenómeno similar al de su predecesora. Eso también se ha notado en sus canciones y es que, a pesar de un catálogo de temas en donde se ha seguido el patrón que llevó al matrimonio Lopez a la estatuilla en el 2014 (cuatro años después lograron la segunda con el tema central de “Coco”), tan solo es el nominado Into the unknown el único que logra acercarse al icónico Let it go. Idina Menzel vuelve a lucirse a nivel vocal en esta pieza con una melodía épica y que cuenta con un estribillo pegadizo, pero lo malo es que la sombra del Let it go está muy presente y, aunque estemos ante una gran canción, no ha tenido su mismo impacto. Es la única de las aspirantes que podría hacerle un traspiés a Elton John y Bernie Taupin.

Vídeo

Stand up (Harriet)

Por “Harriet” Cynthia Erivo ha logrado una doble candidatura al Oscar, en el apartado de mejor actriz y en el de mejor canción como coautora de Stand up. “Harriet” narra la historia de Harriet Tubman, una esclava que tras lograr liberarse ayuda a otros en su misma situación. Stand up juega a la grandilocuencia para glosar la lucha contra discriminación racial y para ello mezcla diversos estilos musicales como el funk, el soul y el pop. Es un tema que puede seguir el patrón de la oscarizada Glory de “Selma” y de los que están confeccionados para ofrecer un gran espectáculo en la noche de los Oscar. Erivo, que ganó el Tony por el musical de “El color púrpura”, es una gran intérprete vocal y en esta canción se siente especialmente cómoda y se luce. Podría ser una opción a la victoria a tener en cuenta.

Vídeo

El dictamen

Ganará: (I’m gonna) love me again (Rocketman)
Alternativa: Into the unknown (Frozen II)
Quiero que gane: (I’m gonna) love me again (Rocketman)
Echo de menos: Glasgow (No place like home) (Wild Rose)

Mary Carmen Rodríguez

Conexión Oscar 2020: Los guiones

$
0
0

Querido Teo:

En lo que llevamos de siglo sólo en cinco ediciones la ganadora del Oscar a mejor película no ganó también el premio al mejor guión. Fueron los años de “Gladiator” (2001), “Chicago” (2003), “Million dollar baby” (2005), “The artist” (2012) y “La forma del agua” (2018). Y es que esta categoría no sólo es una lanzadera al premio principal sino que también puede ejercer de consolación. En todo caso, es clave estar presente y que “1917” consiguiera la candidatura, a pesar de que no sea su desarrollo argumental lo que más se alabe de una cinta tan técnica, es una señal de lo fuerte que está la película de Sam Mendes. En todo caso hemos visto en los últimos días como el Gremio de Guionistas (WGA) y los Bafta han ido a parar a “Parásitos” y “Jojo Rabbit” rompiendo la tendencia ganadora de un Quentin Tarantino que se las prometía muy felices con un tercer Oscar como guionista tras ganar el Globo de Oro y el Critics´Choice.

Guión original

Rian Johnson (Puñales por la espalda)
Sam Mendes y Krysty Wilson-Cairns (1917)
Noah Baumbach (Historia de un matrimonio)
Quentin Tarantino (Érase una vez en… Hollywood)
Bong Joon-ho y Jin Won-han (Parásitos)

La categoría de mejor guión original deja entre sus nominadas a 4 de las 9 cintas candidatas a mejor película más la inclusión de “Puñales por la espalda” que, si hacemos caso del Gremio de Productores (PGA), se habría quedado muy cerca de ser la décima nominada junto a “Los dos Papas” que compite en adaptado. Precisamente es Rian Johnson el que parte con menos posibilidades en su ingenioso remozado del whodunit en una de las sorpresas y disfrutes de la temporada. La primera nominación para un director y guionista que promete quedarse y ofrecer grandes momentos para el cine de los próximos años teniendo en cuenta que llevó a su pico más alto la tercera trilogía (y más reciente) de “Star Wars”.

Como decíamos “1917” encuentra aquí una nominación muy significativa para confirmar el favoritismo de la cinta de Sam Mendes que, junto a Krysty Wilson-Cairns, se inspira en “las batallitas del abuelo” del propio director, Alfred H. Mendes, soldado en la infantería británica en la I Guerra Mundial y es que, aunque sí que es verdad que el desarrollo de la cinta puede parecer nimio y obvio, su fuerza es en como maneja la tensión y hace al espectador conectar emocionalmente con la historia en los avatares de estos dos soldados. Es precisamente el trabajo de Mendes y Wilson-Cairns el que evita que la cinta fuera una parafernalia técnica sin alma. Desde “Salvar al soldado Ryan” en 1999 no había una superproducción bélica tan cerca del Oscar y con su guión nominado.

“Historia de un matrimonio” no ha terminado de rematar en esta carrera de premios y es que este “Kramer contra Kramer” del siglo XXI ha sido un deleite para los críticos desde su paso por el Festival de Venecia pero es verdad que no ha terminado de sacar la cabeza ni ante el público (ahogada por otras propuestas más vistosas de Netflix) ni por los premios que fueron poco a poco concluyendo que Noah Baumbach tenía que olvidarse de la doble nominación como director y guionista. Aunque bien hubiera merecido la nominación por su realización, elegancia formal y exquisita dirección de actores, las opciones de Baumbach a título personal han quedado reservadas al apartado de mejor guión original, categoría en la que ha ido decayendo en las apuestas conformen pasaban las semanas. Una pena teniendo en cuenta que “Historia de un matrimonio” es la obra de madurez de un Baumbach que ya fue nominado como guionista en 2006 por “Una historia de Brooklyn” y que aquí crea un retrato circular desde la doble perspectiva de Nicole y Charlie logrando que lo que parece espontáneo, cotidiano y orgánico esté perfectamente medido y ensamblado en un guión que combina ritmo, inteligencia, complicidad, nostalgia, rabia, tristeza, sacrificio y resignación y que, aunque se hable tanto de que el personaje de Adam Driver es un alter-ego del director, nos ofrece las diferentes aristas de esta pareja demostrando que no hay buenos ni malos ni posicionamientos prefijados sino muchos matices a la hora de abordar lo que es un trozo de vida en forma de naufragio sentimental bañado de frustración, incertidumbre y, sin embargo, eterno cariño. Un trabajo quirúrgico en su precisión y muy auténtico que habría merecido mejor suerte.

“Parásitos” y “Érase una vez en… Hollywood” están a la cabeza de las predicciones en este premio aunque es la cinta surcoreana la que toma ventaja. Habiendo visto el fervor que ha desatado la película, y al margen de que finalmente el voto preferencial le beneficie o no para llevarse el máximo galardón, cuesta creer que la Academia no reconozca a Bong Joon-ho con un Oscar a título personal y el de guión original parece la mejor opción teniendo en cuenta lo fuerte que está Sam Mendes en mejor dirección. Y es que Bong Joon-ho (compartiendo candidatura con el que fue director de segunda unidad en “Okja”) ha revolucionado a la esfera cinematográfica durante todo este año desde que la película se proyectara el mismo día que la cinta de Tarantino en el Festival de Cannes y acaparara toda la atención por esa lucha de clases en retrato familiar con mucho humor negro y sátira social. Todo sin dejar de lado la frescura y libertad del cine oriental, su violencia estilizada y con un marcado carácter de crítica pero también entretenimiento para el espectador lo que ha fomentado la universalidad de su mensaje convenciendo tanto al crítico más sesudo como al espectador de cine que va a la sala grande en contadas ocasiones.

Rival muy serio para Quentin Tarantino que, en el caso de victoria, empataría con Woody Allen como el guionista más premiado en este apartado. Eso sí, su homenaje a la industria del cine y la sociedad USA de 1969 puede quedarse a las puertas ante el fenómeno de “Parásitos”. En “Érase una vez en… Hollywood” Tarantino vuelve a desmitificar lo que pasó en una fatídica noche del verano de 1969 en la que el sueño usamericano y la cultura hippy fue desangrada a cuchilladas representado en los chicos de Charles Manson. Por supuesto muchos homenajes a la serie B, al spaghetti-western, al sistema de Estudios, a algunas estrellas de la época como Bruce Lee o Steve McQueen, así como escenas memorables como la conversación entre Rick Dalton y una joven actriz en el set de rodaje, la visita de Cliff Booth al rancho de Manson, o la ilusión en la mirada con la que Sharon Tate se ve a ella misma en la proyección en sala de una de sus películas. Tarantino es caótico, deslavazado y anárquico pero nunca es cargante y siempre aborda todas sus películas con maestría, respeto y ese grado de locura que tienen los genios y que ha contribuido a marcar su propio sello. “Érase una vez en… Hollywood” tiene sus imperfecciones, algunas más evidentes que otras, pero Tarantino logra caer siempre de pie y llevar la película a su terreno. Una figura imprescindible de los últimos 25 años que, no obstante, todavía no ha tenido su noche de gloria en los Oscar quedando siempre circunscrito a esta categoría. Salvo sorpresa, este tampoco será su año pero nombres como el de Tarantino, absolutos símbolos de la cultura audiovisual, están por encima de cualquier premio.

El dictamen

Ganará: Bong Joon-ho y Jin Won-han (Parásitos)
Alternativa: Quentin Tarantino (Érase una vez en… Hollywood)
Quiero que gane: Noah Baumbach (Historia de un matrimonio)
Echo de menos: Ronald Bronstein, Benny Safdie y Joshua Safdie (Diamantes en bruto)

Guión adaptado

Steven Zaillian (El irlandés)
Taika Waititi (Jojo Rabbit)
Todd Phillips y Scott Silver (Joker)
Greta Gerwig (Mujercitas)
Anthony McCarten (Los dos Papas)

La caída de las acciones de “El irlandés” se traduce en este apartado donde Steven Zaillian no repetirá el Oscar que se llevó en 1994 por “La lista de Schindler”. Es su quinta nominación (la segunda con Scorsese tras “Gangs of New York” en 2003) y no deja de ser paradigmático que Zaillian, que ostenta un gran estatus, no haya sido tenido en cuenta por este ambicioso trabajo adaptando el libro “I heard you paint houses” de Charles Brandt, una historia de redención y culpa con la mafia como brazo articulador y con la Historia de Estados Unidos a lo largo de la segunda mitad del siglo XX como telón de fondo. Un trabajo sólido en una filigrana que maneja sin aparente confusión espacios temporales y distintos personajes para construir uno de los títulos de la temporada lastrado demasiado por ese estigma que todavía supone Netflix para los grandes premios. “El irlandés” parecía destinada a romper el techo de cristal que no llegó a superar “Roma” pero la cinta de Scorsese está muy cerca de irse de vacío al igual que le ocurrió al director con “Gangs of New York”.

Anthony McCarten alcanza su cuarta nominación, la segunda como guionista tras “La teoría del todo” en 2015. El productor y guionista británico ha logrado construir dramas biográficos efectivos y populares que suponen vehículos de lucimiento para sus actores como atestiguan los Oscar ganados por Eddie Redmayne (“La teoría del todo”), Gary Oldman (“El instante más oscuro”) y Rami Malek (“Bohemian Rhapsody”). Aunque esta vez no vaya a llegar a tanto, “Los dos Papas” ha logrado la nominación a mejor guión adaptado, y además, tanto Jonathan Pryce como Anthony Hopkins se han hecho con la candidatura. Una cinta que destaca sobre todo por los diálogos de ambos pontífices en una época de transición para la Santa Sede y las continuas dudas existenciales de dos hombres que ven su fe desde diferentes perspectivas. Un trabajo digno pero que se antoja menor respecto al resto de contendientes por su aire de “buddy movie” con momentos más afortunados que otros.

Todd Phillips y Scott Silver se han hecho con la nominación a guión adaptado gracias a “Joker” confirmando el fenómeno que ha supuesto la película y que, aunque con pocas opciones para la victoria, le ha colocado como la más nominada de esta edición con 11 candidaturas. El gran acierto es ir más allá de las películas de superhéroes y coger un personaje de cómic para hacer un drama psicológico sobre la enfermedad mental y el devenir de una sociedad asocial y que se deja mover por el auge de los populismos. Un drama de peso y altura que, con claros homenajes a “Taxi driver” y “El rey de la comedia”, se ha erigido como una de las sorpresas del año desmontando prejuicios y demostrando que había mucho más allá que contar de un personaje como el Joker, en este caso a través de un Arthur Fleck que no sólo es grande por la interpretación de Joaquin Phoenix sino por la calidad de una de las cintas que más se recordarán de lo que llevamos de siglo.

Parecía que poco más había que contar de “Mujercitas” en su cuarta versión cinematográfica pero Greta Gerwig ha logrado aunar frescura, inteligencia y mensaje empoderado en especial para las nuevas generaciones de mujeres y es que eso no es algo que quede ajeno en la obra de la escritora Louisa May Alcott ya que fue rompedora para su momento a pesar de su adornado clasicismo pero con el que exploraba los pensamientos, anhelos y sueños de unas mujeres que eran mucho más que sólo una opción para tener a un buen partido como marido y formar una familia. Aunque la historia sea conocida, Gerwig le da un tono propio y auténtico con el que sin renunciar al espíritu y tono de la obra, ni su evidente clasicismo, abraza la modernidad enfocada a las dudas, relaciones, fracasos personales y profesionales y hedonismo de la era “millennial”. Una cinta emotiva a la hora de abordar a esa Jo, que es alter-ego de la escritora pero ahora también de la propia Gerwig, decidida a crear su propia voz y generar una autonomía que no le haga depender del apellido de una familia o del matrimonio con un hombre en todo un canto a la creación artística frente a las limitaciones que vivieron las mujeres en el siglo XIX (“para que publique sus relatos la protagonista debe morir o casarse”). Una cinta genuina, gozosa y profundamente melancolía que invita a vivir con autonomía y en busca de esos sueños que, se cumplan o no, al menos nos aseguran transitar en el camino hacia la busqueda de la felicidad y la realización personal.

En “Jojo Rabbit” Taika Waititi se apropia del espíritu de Ernst Lubitsch o Mel Brooks con una pátina naif y llena de encanto con algunas secuencias memorables como la de la presentación del niño protagonista, el viraje ficcionado de la historia de “El diario de Ana Frank”, con el citado Lubitsch sobrevolando el impagable timing cómico de la secuencia. “Jojo Rabbit” es un necesario bálsamo como fábula frente al odio en estos tiempos de crispación y ofendidos de los que somos incapaces de salir con una doble moral realmente coartadora. El brío de “Uno, dos, tres…”, la sátira de “El gran dictador” y la combinación tan tierna como cruda de “La vida es bella” con el tono naif de Wes Anderson se dan cita en una propuesta que es un despertar a la vida y también un golpetazo hacia los prejuicios y el dogmatismo demostrando que lo realmente rompedor y provocador no es avivar polémicas ni herir sensibilidades sino, en un mundo cínico e impersonal como éste, que todavía haya vía para la esperanza como ese baile y número final musical que realmente nos llega a confirmar que estamos ante un milagro de película que, aunque le quede grande el Oscar de mejor película, sólo por el disfrute que supone para el espectador (algo que muchos directores y críticos olvidan) sería merecedora de este galardón.

El dictamen

Ganará: Taika Waititi (Jojo Rabbit)
Alternativa: Greta Gerwig (Mujercitas)
Quiero que gane: Steven Zaillian (El irlandés)
Echo de menos: Micah Fitzerman-Blue y Noah Harpster (Un amigo extraordinario)

Nacho Gonzalo

Viewing all 8496 articles
Browse latest View live